La huella del chocolate artesanal

Cuando nuestro abuelo Aldo Fenoglio llegó de Italia después de la guerra, trajo su pasión y su conocimiento sobre el chocolate artesanal. En 1948 instaló la primera chocolatería de Bariloche y la llamó como uno de los cerros más lindos y más visitados del sur: Tronador.

Muy pronto, el dato de que había un chocolatero con riquísimas recetas comenzó a recorrer toda la Patagonia. Vecinos y viajeros llegaban al lugar y pedían ese chocolate que les conquistaba los corazones y paladares.

Así se empezó a escribir esta historia. Con amor por el chocolate y ganas de compartir calidad y el más rico de los sabores.

Con el correr de los años, la tradición y el gusto por los productos artesanales continuó en la familia Fenoglio. Desde 1996 Diego, seguidos de Leticia y Aldo, aportaron recetas frescas e innovadoras y destacaron aún más la calidad de los chocolates. El resultado fue que, en poco tiempo, la chocolatería Rapanui Chocolates se convirtió en la mejor del país.

La receta

Todo comienza con el árbol del cacao. Su fruto contiene semillas de las cuales se extrae manteca de cacao, cacao en polvo y pasta de cacao o licor de cacao.

La manteca de cacao y el cacao en polvo se obtienen luego de un proceso de torrefacción (tostado). Se coloca el grano en una prensa de donde se extrae la manteca de cacao líquida. Dentro de la prensa queda una masa dura que, luego, en un próximo proceso de molienda, se obtendrá de ésta el cacao en polvo. Moliendo y triturando el grano de cacao, luego de tostarlo, se obtiene la pasta de cacao con un porcentaje aproximado (depende del grano) de 50% de manteca de cacao y 50% de cacao en polvo. También se denomina a este producto como licor de cacao.

Cómo hacemos el chocolate de calidad

Son 3 procesos: mezclar, refinar y batir.

MEZCLAR

En la “melangeur” se mezclan muy bien toda la materia prima que utilizamos.

REFINAR

Luego, la masa de chocolate se refina para obtener una textura suave y fina.

BATIR

Finalmente, la conca se encarga de batir constantemente mientras derrite y homogeniza los sabores e intensifica la cremosidad.

Luego, hay que templar el chocolate: se derrite, se enfría y luego se vuelve a calentar a una temperatura de 32°, que es la temperatura “temple”. Esta acción le da consistencia, dureza adecuada y buen brillo al chocolate. Y se vuelve irresistible.

Todo esto te lo contamos porque no tenemos secretos: sólo los mejores ingredientes, buenas manos y mucha experiencia.

Los diferentes blends

Chocolate amargo y semi amargo

Se elabora con manteca de cacao, azúcar, pasta de cacao y vainillina. En Rapanui, al elaborar el chocolate desde el grano podemos tener blends de diferentes granos y de diferentes porcentajes de Cacao, Tenemos desde 60% hasta 90% cacao. Este chocolate se caracteriza por tener poco azúcar y nada de leche.

Chocolate con leche

Se diferencia con el amargo por su menor contenido en cacao y por la adición de leche en polvo, lo que le da suavidad y blandura. Nuestro chocolate leche se diferencia del resto por su textura cremosa inigualable que se funde en la boca.

Chocolate blanco

Solamente utiliza la manteca de cacao (de ahí su color), a la cual se le agrega azúcar y leche.

En 2009, la misma pasión que ponían en sus chocolates la llevaron a una nueva categoría: helados con la frescura de la elaboración diaria. En 2012 Rapanui llegó a Buenos Aires. Tres años después había abierto ocho casas nuevas conquistando más barrios, ¡y hoy sigue creciendo más que nunca!

Rapanui Chocolates es pasión y calidad: “excelencia, desde el origen”, desde los abuelos y la mejor semilla de cacao. Pero no hace falta que se lo contemos, lo pueden saborear en cada bocado o ver en cada detalle, día tras día, de generación en generación.